domingo, 10 de abril de 2011

Club Atlético Overol

La victoria que River consiguió anoche ante Banfield por 1 a 0 en el Monumental no se trató de una más. No porque lo haya depositado en la punta del campeonato en soledad -el único que podría alcanzarlo es Vélez si vence hoy a Newells y hace lo propio con San Lorenzo en el partido suspendido- sino porque viene a respaldar una idea, con un propósito claro: que la complicación por estar en la zona caliente de la promoción sea parte del pasado.

No es falso ni tampoco novedoso que el fútbol argentino actual padece de una anemia creativa importante. Los partidos generalmente se definen en una jugada, tras un error o por una genialidad. La excepción a la regla es el Vélez de Gareca, que utiliza la suma de sus individualidades para convertirse en un todo y arriesga más que el resto sabiéndose un equipo compacto.

En cada conferencia de prensa que brinda Juan José López, el entrenador "millonario" no se cansa de repetir que River tiene que "trabajar los partidos", lo que trasladado al campo de juego implica cerrar con candado los espacios en defensa para tratar de mantener el cero en el arco propio y explotar al máximo las situaciones de gol que puedan crearse. El plan trazado para el momento que está atravesando el equipo de "la banda" se está llevando a cabo a la perfección. Si hay ambición para encarar otro tipo de proyectos una vez logrado el objetivo de salvarse de todo, es materia de análisis futuros.

Almeyda, otra vez decisivo

Mención aparte para el capitán de River, quien a los 24 minutos del segundo tiempo luchó una pelota que parecía intrascendente, la ganó, guapeó y se la sirvio a Mariano Pavone. El goleador del equipo en el Torneo Clausura, con tres goles, se fue derecho al área para definir ante el arquero de Banfield, Enrique Bologna y marcar el gol del triunfo. Almeyda, de 37 años, les sigue enseñando a sus compañeros de qué se trata "dejar todo", esa frase tantas veces tirada livianamente pero que en el "león" se cumple a rajatabla. La gente se animó a pedirlo para la Selección y él, ante la consulta periodística, respondió con humildad y humor al mismo tiempo: "sí, estoy para la senior". Palabras de un señor jugador.


El gol de Pavone:




















jueves, 7 de abril de 2011

Después de la goleada sufrida por el Inter, piden a gritos a Guardiola

El actual campeón de la UEFA Champions League (UCL), el Inter, tiene un pie afuera del torneo luego de caer derrotado en la ida de los cuartos de final por 5 a 2 "curiosamente" por el Schalke 04 de Alemania -el interminable Raúl marcó un gol- y en el mismísimo Giuseppe Meazza. Lo cierto es que con el resultado puesto, la prensa deportiva italiana aprovechó la confesión de Josep Guardiola en una entrevista concedida la semana pasada a la RAI, donde comentó "off the record" que su estadía en el Barcelona estaría llegando a su fin. por entender que se está cumpliendo un ciclo.

No hace falta ser un analista de fútbol para entender que cualquier equipo europeo de mediana envergadura que reciba la cantidad de goles que debió soportar el Inter va a pretender contratar al entrenador de esa bellísima expresión futbolística llamada Barça. Ya había dicho el entrenador colombiano Hernán "Bolillo" Gómez cuando al dirigír a la selección de Ecuador y tras caer por 6 a 1 ante Argentina en la Copa América 2004 de Perú patentara la frase "es un resultado sacatécnicos".

Igualmente, no solo el Inter desearía que el brasileño Leonardo (en su etapa de jugador vistió la camiseta del Milan) agarrara sus cosas y se fuera para anunciar con bombos y platillos la llegada del español. También, en forma de trascendidos que generalmente tienen poco asidero, se lo vinculó a la Roma y el Chelsea de Inglaterra. ¿Cuál será el próximo destino de Pep?



domingo, 3 de abril de 2011

River entusiasmó con un golazo y aburrió con su mezquindad

Los 13 minutos del primer tiempo marcaron la foto del partido. Esa que salió perfecta y no hace falta retocar con photoshop. Acevedo, Almeyda, Lamela y Ferrari en esa zambullida al gol construyeron una jugada para ver y -sobre todo- repetir en el DVD cuando se busque referencias acerca de la elaboración de juego. Del toque corto preciso en velocidad y la no menos importante finalización. Una acción solitaria, sacada de contexto para el fútbol que vivimos y cuyo panorama pinta desalentador. Por eso adquiere un valor extra: porque el desorden táctico le ganó a la mediocridad de sacarse la responsabilidad -la pelota- de encima lo más rápido posible.

A la saludable intención plasmada con creces en el gol de River para ganarle a Qulmes un partido clave en la lucha de los promedios y que sitúa al "millonario" con relativa nueva lejanía de la promoción, tuvo su contracara en practicamente todo el segundo tiempo. El equipo, al menos hasta estas horas, de Ricardo Caruso Lombardi acechó con muy poco a un River que renunció no solo a ensayar una pincelada como la del gol, sino a disputar la tenencia de la pelota. Literalmente le cedió balón y terreno a su rival, con los riesgos que esta decisión -voluntaria o involuntaria- podía haber implicado si los jugadores contrarios mostraban algún atisbo de puntería.

Lo que resulta del análisis entre lo potencial, es decir la capacidad técnica de varios de los intérpretes que Juan José Lopez mandó a la cancha como Lamela, Buonanotte, Acevedo y en menor medida Caruso (hasta Adalberto Román se animó a tirar un caño) y el hecho consumado es que si se logró, al menos una vez, jugar la pelota por el piso y al mismo tiempo ser efectivo -una especie de marca registrada de Angel Cappa mejorada- se podría haber intentado en más de un pasaje del partido. La marcha de este River puede leerse como tranquila desde los resultados. Si los jugadores quieren, bien podría hacerse eco en el juego.


El golazo de Ferrari