Pese al mundial de Xavi e Iniesta, Messi-as es de oro una vez más

Lionel Messi tuvo en sus dos compañeros en el Barcelona, en este caso, a dos duros rivales a la hora de la votación para determinar cuál sería el mejor jugador del año, al cual se le hace entrega del tradicional Balón de Oro. Tan duros que -por supuesto, más aun en España- se presumía que en alguno de ellos dos recaería el premio para cuya entrega también participa la revista francesa France Football.
Error...el mejor jugador del mundo se convirtió para la FIFA y la citada revista también en mejor jugador del 2010. Es un dato curioso teniendo en cuenta que el máximo organismo del fútbol mundial suele actuar con demagogia al hacer acreedor de estos premios a los autores de los goles.
Andrés Iniesta "ajustició" a Stekelenburg, el arquero que defendió el arco de Holanda en la final frente a España para que su selección se convirtiera en campeón del mundo por primera vez en la historia. Xavi Hernández, es cierto, no la metió, aunque juega (un DT a la derecha) de "5", a veces de "5 adelantado"...de todas formas, y sabiendo de antemano que no descubro la pólvora, voy a decir que un Mundial debe, en el año que se juega, ser determinante para la elección del jugador que mejor anduvo en esos doce meses.
Habrá que realizarle una auditoría a la empresa que provee oficialmente café a la FIFA, porque si de mundiales se trata, Rusia 2018 está bien...Qatar (o Catar) 2022 y nos parece que hubo millones ($) de razones para justificar la sede. Ahora, que ningún jugador, en especial el encargado de meter el gol decisivo en Sudáfrica 2010 se haya alzado con el galardón...mmm.
Ah, Messi es el primer jugador argentino en la historia en ganar dos veces consecutivas el Balón de Oro y José "te festejo el gol en la cara" Mourinho fue premiado como mejor entrenador del año que se acaba de ir, tras conseguir la Champions League, la Serie A y la Copa de Italia con el Inter.

En su 111º aniversario, el Barcelona devastó al Real Madrid

¿Existe el cumpleaños ideal? A juzgar por lo visto hoy en el Camp Nou, sí. Los cinco goles que el Barcelona le propinó al Real Madrid en la 13º jornada de la Liga BBVA para configurar el 5 a 0, hicieron del partido una fiesta interminable, de esas que marcan un antes y un después, con los espectadores como invitados VIP y la pelota como una piñata, de donde salían sorpresas en forma de pases, lujos y maestrías. Porque el doctorado en fútbol lo tiene el equipo que viste los mismos colores que el San Lorenzo argentino, y en este partido lo ejerció con sentido colectivo: el toque siempre encontró a un compañero bien ubicado, que en varios tramos del partido abusó de pases de primera y gambetas para deleite de los aficionados.
Las figuras o en este caso los animadores de la fiesta fueron David Villa con sus dos goles, Lionel Messi con sus "tomá y hacelo", Pedro con su oportunismo y Xavi e Iniesta siendo las manijas del equipo.
El Real Madrid entró a la cancha para oficiar de mero testigo, porque no pudo ni supo contrarrestar la real magia que desplegaron sus rivales de hoy. A Iker Casillas, arquero madridista, se le borraron la sonrisa y el beso a Sara Carbonero -su novia periodista, a quien besó luego de obtener el Mundial de Sudáfrica 2010- al punto de esbozarles a sus defensores una frase categórica: ¿Qué mierda hacen?".
Sergio Ramos, por su parte, se fue expulsado al final por descontrolarse y patear desde atrás a Messi, pero la realidad es que hubiese querido irse antes y bien lejos.
José Mourinho, el entrenador que el presidente Florentino Pérez contrató para ganar, le había cambiado la cara al equipo con una inyección anímica respetable, aunque extrañamente en conferencia de prensa post partido señaló que "es una derrota fácil de comentar y fácil de digerir". Sonó a tranquilidad excesiva, si bien el conjunto nunca mejor llamado "merengue" no generó nada, ni positivo ni negativo como para achacarse demasiadas decisiones equivocadas.

El video de los cinco goles del Barcelona