lunes, 13 de diciembre de 2010

La paridad del fútbol argentino: ocho campeones diferentes en igual cantidad de torneos

Cada final de torneo entrega a un campeón y un balance que evalúan los críticos especializados para establecer dónde estamos parados. Estudiantes, ya se dijo en infinidad de oportunidades, representa junto a Vélez en su máxima expresión lo que es una entidad modelo desde el armado de un equipo de fútbol hasta la eficiencia institucional garantizada por una dirigencia honesta e inteligente al mismo tiempo. Así y todo, salir campeón en la Argentina es tan difícil, incluso para estos dos clubes, que en los últimos ocho torneos festejaron San Lorenzo, Lanús, River, Boca, Vélez, Banfield, Argentinos Juniors y finalmente Estudiantes.
La discusión de café sobre el nivel del fútbol argentino en general, respecto de otras épocas y otras ligas me la reservo porque considero que para calificar corresponde basarse en parámetros reales con datos genuinos de la calidad del fútbol principalmente español e italiano, sacando de la tertulia al Barcelona por parecerse demasiado a la perfección. Además, es esperable que no encontremos en todo el mundo un fútbol que empalague a la vista como el equipo catalán. La aseveración "pregúntenle a sus abuelos cómo jugaba Alfredo Di Stéfano" no la van a leer en este blog.
Estudiantes de La Plata obtuvo, ayer nomás, su séptima estrella en el fútbol argentino dejando una imagen de equipo duro y batallador, fiel a lo que marca la historia del club. Hay que reconocerle al conjunto dirigido por Alejandro Sabella su temple para no caerse ante la gran cantidad de lesionados que sufrió, con especial énfasis en sus delanteros. El karma de la mala racha en ese sentido obligó e implicó la realización constante de cambios y el saludable encuentro con el gol de jugadores poco acostumbrados a convertir, como Gabriel Mercado, Marcos Rojo o Matías Sánchez frente a River, sumando a la lista al uruguayo Hernán Rodrigo López, quien jugó apenas 120 minutos en el campeonato-sí, adivinaron, por reiteradas lesiones- anotando los dos goles con los que su equipo le ganó a Arsenal (2-0) y desactivando toda chance de partido desempate.
Hablando de equipos bien formados, Vélez seguramente llenó más la vista, honró algo más a la palabra "juego" y sus hinchas, emparentados con Luis Miguel, debieran estar enamorados de los intérpretes que entraron a la cancha y vencieron con justicia a Racing. En especial de Juan Manuel "burrito" Martínez, autor del primer gol -golazo- y el mejor jugador del Torneo Apertura por escándalo. Haber alcanzado 43 puntos y finalizado el campeonato como subcampeón no es para nada un fracaso, y asi parecen haberlo entendido al despedir tanto a los jugadores como al entrenador, Ricardo Gareca, con aplausos. La ola "bilardista" no pasó por Avellaneda. Como dijo el director técnico velezano, "campeón hay uno sólo..., frase que podría completarse: ...ganadores son los dos".

2 comentarios:

  1. Muy buen comentario. Lo que habría que analizar es el motivo de tanta disparidad en los campeones. Yo creo que se debe a que el mercado de pases cambió notablemente. Antes, un jugador que tenía una buena temporada en Banfield, por citar un ejemplo, recalaba en un equipo grande y, si tenía una actuación destacada allí, se iba a Europa. Hoy en día pasar de un equipo chico a Europa (u otras ligas sudamericanas) de forma directa es moneda corriente. por otro lado, los equipos grandes dejaron un poco de lado las divisiones inferiores. ¿Resultado? En sus equipos tienen jugadores juveniles "medio pelo" o que debutan cuando todavía están blanditos junto a jugadores próximos a retirarses o a los que no les da el cuero para llegar al Viejo Continente. Que Estudiantes y Vélez sean los mejores equipos en la actualidad no es casual: uno tiene una dirigencia modelo; el otro, las mejores inferiores. Para reflexionar y hacer un cambio.

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  2. No creo que se trate de una tendencia. Es sólo un momento histórico particular que, a mi entender, tiene una explicación sencilla: Boca está atravesando una época de recambio (tal como en la era del Chino Benítez, tiene jugadores muy viejos o muy jóvenes, sin término medio) y River aún debe reponerse de los choreos de Aguilar. Ni mencionemos a los otros 3 grandes y sus respectivas crisis...
    Cuando Boca y River logren repararse, el fútbol argentino volverá a la normalidad. Hasta entonces, que los equipos chicos aprovechen su oportunidad, tal como ya hicieron Lanús, Banfield, Argentinos...

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